Foto, el escritor Benito Pérez Galdós y su perro año 1890 -Foto de Dominio Público Wikimedia Commons- La castración preventiva es una solución habitual en los albergues de animales para garantizar un control de la población. El problema es que algunos sectores animalistas quieren expander este método al resto de animales domésticos.
Así que si no es bastante con la presión que a golpe de multazo y persecución policial ejercen los Ayuntamientos sobre los dueños de animales domésticos. O las por parte de los Ayuntamientos o de las exigencias burocráticas (mi perro tiene más papeles que yo). Ahora nos vienen algunas protectoras exigiendo que castremos a los animales para evitar su abandono ¿?. Lo que lleva a entender que dan por hecho que todos los que tenemos un perro o un gato somos potenciales abandonadores.
Al final estas campañas que salen del marco de los albergues de animales y proponen una castración general ¿Son una solución o simplemente el reconocimiento de un fracaso en la política de protección animal?.
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