Otra noche horrorosa de contaminación en Gijón esta vez "adornada" con penachos de humo de ArcelorMittal



Desde la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies se advierte que se ha vivido otra noche horrorosa de contaminación en Gijón, alcanzando valores espectaculares que dan idea de la gravedad del problema del aire que respiramos que se ve de sobra por los penachos de las chimeneas, destacando las del sinter de ArcelorMittal.

Los datos son los que anuncia el Gobierno del Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Gijón en su web de acuerdo a la obligación de comunicación diaria de contaminación atmosférica y calidad del aire de la Directiva 2008/50/CE y el R.D 102/2011, cosa que de forma intencionada no hace con las estaciones privadas, ya que el Principado no facilita los datos en continuo de las estaciones privadas monitorizadas porque son peores que los de las públicas, en una demostración de falta de transparencia.
En la estación de Lauredal se llegó ayer a un valor de 146 µg/m3 de Pm10 a las 24 horas, presenta una media de las últimas 24 horas de 60 µg/m3.
A día de hoy los picos de contaminación de Pm10 no están regulados en Asturias a pesar de los anuncios del Principado de su regulación. Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud  recomendó unos valores límite para partículas de 20 µg/m3 de media anual para las Pm10 y un valor de alerta con una media diaria de 50 µg/m3 para las Pm10, la tolerante normativa español está 40 µg/m3 de media anual y de 50 µg/m3  para las 24 horas para las Pm10.
Los picos de contaminación atmosférica disparan los ingresos hospitalarios en Asturias por enfermedades respiratorias de acuerdo a un estudio epidemiológico realizado por la consejería de Sanidad del Principado de Asturias y presentado el año 2016. Dicho estudio es concluyente y viene a demostrar que la Consejería de Infraestructuras viene falseando la realidad cuando niega la contaminación del aire y sus efectos en la salud de los asturianos.
La evidencia científica no sugiere ningún umbral por debajo del cual no se prevean efectos adversos en la salud tras la exposición a los contaminantes. Aún por debajo de los niveles de calidad de aire considerados como seguros por la legislación ambiental, los contaminantes se asocian con efectos nocivos sobre la salud, por lo que la OMS recomienda lograr las concentraciones de contaminantes más bajas posibles. Recomendación que el Principado desoye de forma significativa.
Hay que recordar que de acuerdo a los datos oficiales el pasado año 2017 volvió a subir la contaminación en gran parte de Gijón y eso que parte de las estaciones están escondidas y no reflejan la realidad de la contaminación.

Fuente: Nota de prensa de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies.

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