Greenpeace aplaude la iniciativa y anima a otros municipios a que se sumen a ella.
El pleno municipal de Corvera, en un ejercicio de responsabilidad, ha rechazado por mayoría la construcción de la incineradora de Serín. El Ayuntamiento considera el proyecto de Cogersa (que viene avalado por el Gobierno de Asturias) como “un riesgo para la salud de las personas”. Greenpeace aplaude la iniciativa y anima a otros municipios asturianos a que se sumen a ella y exijan un modelo de futuro para la gestión de sus basuras.
Es evidente que la sociedad rechaza mayoritariamente la quema de basuras; al Ayuntamiento de Corvera se suman organizaciones ecologistas, sociales, de consumidores y sindicatos, por lo que es incomprensible que los responsables políticos asturianos sigan empeñados en confundir a la población e imponer una instalación innecesaria. La incineración produce elevados índices de contaminación, afecta negativamente a la salud y dilapida recursos económicos y naturales.
“La decisión del Ayuntamiento de Corvera es un varapalo para quienes apoyan la incineradora, y demuestra que existen políticos más preocupados por el futuro y el bien común que por los intereses particulares”, ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace.
La quema de residuos y el vertido son, según la Directiva Marco de Residuos, las peores opciones dentro de la jerarquía de gestión de las basuras. Además, como refleja el último informe de Greenpeace, existen alternativas no peligrosas y sostenibles que ya se están realizando en más de un centenar de municipios españoles.
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