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Nota de Fernando G. Cotelo
Los animales de circo tras pasar un largo proceso de aprendizaje en el que el estímulo dolor/acción es la base, pasan el resto de sus vidas confinados en espacios mínimos viajando por carreteras de ciudad en ciudad encerrados en jaulas y acuarios pequeñìsimos, y una vez llegados a la ciudad sacados de los camiones tampoco disponen de las condiciones adecuadas para su relax y descanso. Les hacen participar en números de circo varias veces al día entre el barullo de la gente que acude a verlos.
Les pido que no permitan que dichos circos se instalen en Langreo y si es posible hacerlo extensible a todo el mundo.
No es forma de tratar a los animales por un rato de diversión.
Piensen en ello e infórmense de cómo son las vidas de los animales de circo.
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