Imagen del inicio de la campaña electoral de Unidos Podemos |
El oficio periodístico y la libertad de expresión vuelven a ser el centro de la diana: así ha quedado patente tras la sentencia de la Audiencia Provincial de Uviéu que condena a los periodistas Xuan Cándano, director de la revista Atlántica XXII, y Fernando Romero, junto con el sindicalista Cándido Carnero a pagar 6.000 euros, más “los intereses legales desde la interposición de la demanda”, a Eduardo Donaire, exsecretario general de UGT-Asturias y de su Federación del Metal MCA. Todos ellos acusados de “intromisión ilegítima al honor” del dirigente sindical a raíz de un reportaje publicado en la revista Atlántica XXII en 2015.
La sentencia responde a la admisión parcial del recurso de apelación presentado por Donaire a la anterior sentencia, en la que se eximía a los periodistas y a Carnero, sindicalista de la CSI y miembru del Conseyu Ciudadanu de Podemos Xixón, de toda responsabilidad y se apuntalaba el derecho a la información y la libertad de expresión.
Ahora, nos encontramos con un exsindicalista profundamente preocupado por su honor que no repara en medios para mantener impoluta su imagen, a pesar de que eso suponga poner en peligro la viabilidad de una publicación independiente, cuya existencia aporta un plus a la necesaria pluralidad informativa en un panorama caracterizado por la concentración mediática.
Nos encontramos también con periodistas a quienes se piden multas desorbitadas por el ejercicio de su trabajo y con un mensaje claro al resto de la profesión: determinadas situaciones, determinados sectores, no se tocan. A la vez, la existencia de dos sentencias que colisionan en parte entre sí da pie a una inseguridad jurídica a la profesión, al ver cómo se varía de criterio en cuestiones fundamentales como la libertad de expresión. Finalmente, nos encontramos con un sindicalista, de larga trayectoria y cuyo único patrimonio son las victorias laborales, afrontando una condena por la expresión pública de su opinión.
Podemos Xixón lamenta que se llegue a este tipo de situaciones, que deberían solventarse en el ámbito del diálogo, de la cintura política y de encajar los reveses que, inevitablemente, se producen cuando se juega en la primera línea de la política y del sindicalismo. Casos como éste suponen un retroceso para el derecho a la información y la libertad de expresión, coartadas por el celo de determinados sectores en la cúpula del poder que obligan a la Justicia a mirar con lupa cada una de las palabras, puntos y comas de una publicación.
Por todo ello, desde aquí queremos expresar nuestra solidaridad con los periodistas y el sindicalista condenados y manifestar, una vez más, que el derecho a la información y a la libertad de expresión, nos guste o no lo que se diga, son imprescindibles para una democracia sana y plural. Por ese motivo, esperamos que esta sentencia sea recurrida y que la Justicia se ponga, finalmente, del lado del derecho a la información y la libertad de expresión.
Fuente: Nota de prensa de Podemos Xixón.
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