Desde la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies se denuncia
que el Gobierno del Principado de Asturias se ríe de los vecinos de Trubia. Ayer
se simuló un accidente químico en la localidad mientras el mismo días las
industrias de la localidad fumigan a sus vecinos con elevados niveles de benceno llegando a un pico de 28 µg/m3 de
benceno, de acuerdo a los valores son los facilitados por las estaciones en
continuo, que facilita el Gobierno de Asturias en su web de acuerdo a su obligación de comunicación
diaria de contaminación atmosférica y calidad del aire de la Directiva
2008/50/CE y el R.D 102/2011, cosa que no hace con las estaciones privadas que
de forma intencionada el Principado no facilita datos en continuo porque son
peores que las públicas.
En lo que llevamos de noviembre la media de datos diarios
de la estación fue de 9 µg/m3. Hay que recordar que el valor de referencia
anual en las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta 1,7 µg/m3
de media anual, la tolerante normativa española está en 5 µg/m3 de media anual para este peligroso
contaminante.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer
(IARC) ha determinado que el benceno es un carcinógeno para los humanos, y
puede causar varias formas de cáncer debido a una exposición prolongada. De
acuerdo con la IARC, el benceno es con frecuencia considerado como la
"madre de todos los carcinógenos," dado que un gran número de
carcinógenos tienen estructuras que incluyen anillos de benceno. Diversos
estudios de personas expuestas a altos
niveles de benceno muestran su asociación con el cáncer de la sangre
(leucemia); incluyendo leucemia aguda mielógena, leucemia aguda linfocítica, y
leucemia crónica mielógena. Leucemias relacionadas con el benceno se han
reportado como enfermedades que se desarrollan en un tiempo tan breve como
nueve meses, y puede permanecer latente tanto tiempo como 25 años después de la
exposición inicial.
La exposición a una pequeña cantidad de benceno puede
causar desórdenes temporales del sistema nervioso, depresión del sistema
inmunológico y anemia. Una breve exposición afecta inclusive la piel, ojos e
irritación del tracto respiratorio, dolor de cabeza, irritación del estómago,
somnolencia y mareo. Los altos niveles a la exposición pueden dar como
resultado la aceleración de los latidos del corazón, hemorragias excesivas,
temblores, vómitos, pérdida de la consciencia y muerte. El benceno puede causar
efectos dañinos en la médula de los huesos, y puede causar un decremento en las
células rojas de la sangre conduciendo a la mielofibrosis y el síndrome
mielodisplástico.
Está claro que el Gobierno de Asturias tiene que asumir sus responsabilidades y
trabajar para que se reduzca estos niveles elevados de contaminantes que lleva
años ocultando por el impacto que supone para sus vecinos y desarrollar sin
demora un plan de mejora de calidad del aire para Oviedo.
Fuente: Nota de prensa de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
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