Por eso exigimos al Gobierno del Principado que deje de favorecer la colonización del ocalito en Asturias, al que se le dan todas las facilidades a la papelera Ence para seguir plantándose a pesar de que ya tiene mas hectáreas plantadas que las propuestas en el Plan Forestal.
En la actualidad, la superficie arbolada de Asturias es de más de 300.000 hectáreas, de las que más de 71.407 hectáreas de ocalitos (son los datos del tercer Inventario Forestal Nacional elaborado por el Ministerio) después le siguen a bastante distancia el castaño con 70.000, el haya con 53.000, el Carballo con 40.000 o los pinares con 36.000, y mucho más lejos aún se encuentran bosques tan propios de Asturias en tiempos pretéritos como los de roble albar con 20.000 hectáreas, los de ribera con 10.000 o los abedulares con tan solo 6.000 hectáreas.
Pero aunque su presencia en el territorio solo sea de alrededor de un 25% en cambio en cuanto a la madera cortada todos los años representa mas del 70% de las 700.000 metros cúbicos, frente a los pinos que suponen un 24% o el roble solo un 1% a pesar de su importante presencia territorial. Resulta clarificador de donde viene la madera cortada que en un 94% proviene de bosques privados.
Es por ello que consideramos necesario afirmar públicamente hoy 21 de septiembre como se están haciendo en otros muchos países, no sólo que los monocultivos de árboles no son bosques, sino que tales plantaciones resultan o han resultado en la destrucción de nuestros bosques anteriores y de otros ecosistemas igualmente valiosos que sustituyen.
Los problemas evidentes del ocalito, son:
- Una perdida de la biodiversidad de los ecosistemas donde se planta, que “esteriliza” de flora y fauna autóctona y de microorganismos en el suelo las plantaciones, empobreciendo estas.
- Un cambio de método de producción más industrial con un severo impacto., con la utilización de productos tóxicos y maquinaria pesada.
- Acidificación extrema, con todo lo que ello implica para la estructura del suelo para la microfauna y la flora.
- Un descenso del nivel freático, que afecta a cauces de agua, pozos, fuentes y provoca la desecación de cultivos en las inmediaciones de las plantaciones. El efecto del ocalito sobre el ciclo del agua es quizá uno de los más rápidos en ser comprobados en los alrededores.
- Una pérdida sustancial de nutrientes, que deja empobrecidos a los suelos para un aprovechamiento posterior, con la consiguiente degradación de los suelos.
- Un deterioro del paisaje que es recurso fundamental para muchas zonas de Asturias.
- Un aumento de incendios forestales al ser especies piro filas. No se puede olvidar que en Asturias tenemos muchísimos incendios forestales, que todos los años queman varios miles de hectáreas con su importante impacto. De hecho el año pasado fuimos la Comunidad Autónoma del Estado Español con más número de incendios forestales.
Por todo ello en este Día Mundial hacemos un llamamiento a recuperar los bosques
tradicionales que estamos perdiendo y limitar las plantaciones de los monocultivos como los ocalitos. Exigimos una vez más al Principado que prohíba la plantación de más ocalitos recuperando la moratoria de mas plantaciones y a los Ayuntamientos les pedimos el que desarrollen una normativa reguladora de estos monocultivos para que se puedan salvaguardar los bosques que estamos perdiendo.
Fuente: Nota de prensa de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
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