El Principado da Autorización Ambiental a una empresa que trabaja con productos cancerígenos by EnVerde
¿Alguien del Gobierno del Señor Fernández y Fernández lee las alegaciones que presentan los ciudadanos ante los diversos proyectos que suponen un impacto ambiental? Pues parece que no, según denuncian desde la Coordinadora Ecoloxista. Para ello ponen un ejemplo reciente, la renovación de la “Autorización Ambiental Integrada (AAI) de la empresa Aprochim-Getesarp-Rymoil, S.A. (A.G.R.) ubicada en el Polígono de Logrezana, concejo de Carreño, donde según denuncian los ecologistas, no se han ni atendido las alegaciones presentadas.
Desde la Coordinadora Ecoloxista "no se entiende como el Gobierno del Principado permite la renovación de una instalación sin haber subsanado antes las importantes deficiencias que llevan denunciando desde hace años, cuando se trata de productos extremadamente tóxicos y peligrosos, con elementos contaminados con (PCB), de conocidos efectos cancerígenos. Estos están considerado según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente como uno de los doce contaminantes más nocivos fabricados por el ser humano."
Nota de prensa de la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies
La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies lamenta que el Principado haya resuelto la renovación de la autorización ambiental integrada (AAI) de Aprochim-Getesarp-Rymoil, S.A. (A.G.R.) ubicada en el Polígono de Logrezana en Carreño tal como publico hoy el Bopa, sin atender nuestras alegaciones.
No entendemos como el Principado permite la renovación de una instalación sin haber subsanado las importantes deficiencias que venimos denunciando en las instalaciones, cuando el material de que se trata son unos residuos extremadamente toxico y peligroso como son los elementos contaminados con policlorobinefenilos (PCB), que es lo que se trata en esta empresa.
El PCB que se les conoce como piralenos está considerado según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente como uno de los doce contaminantes más nocivos fabricados por el ser humano. La legislación actual limita el uso de estos compuestos, por ejemplo dentro de la UE su uso sólo se permite dentro de los “sistemas cerrados”. Su comercialización está prohibida en España desde 1976, aunque la prohibición de su utilización no llegó hasta el año 1985 con la Directiva 85/467.
Estas restricciones, sin embargo, no han ido acompañadas de la exigencia de recogida y descontaminación de los equipos y aparatos que los contienen hasta el año 1996 con la Directiva 96/59, que recoge el acuerdo de los países firmantes del Convenio para la Protección del Medio Ambiente Marino del Océano Atlántico Nordeste (PARCOM) de eliminar y descontaminar los PCB y aparatos que los contienen antes del final de 2010. De acuerdo con lo establecido en el Real Decreto 228/2006 por el que se establecen medidas para la gestión de los policlorobifenilos, policloroterfenilos y aparatos que los contengan, los poseedores de PCB.
Debido a su gran estabilidad térmica biológica y química, así como por su elevada constante dieléctrica, los PCB se usaron masivamente hasta mediados de la década de 1970 como aislantes para equipos eléctricos como transformadores, interruptores, y termostatos.
El carácter más volátil de los PCB permite su paso desde el suelo a la atmósfera donde pueden volver otra vez al suelo o a la hidrosfera, o pasar a formar parte de la cadena alimenticia por inhalación. Su estabilidad permite que se difundan grandes distancias antes de ser asimilados o degradados.
Las propiedades físico-químicas de los PCB, tan útiles para la industria, han tenido, sin embargo, consecuencias negativas para el medio ambiente y la salud:
- Su elevada estabilidad química hace difícil su degradación por parte de los seres vivos, siendo muy persistentes y tóxicos.
- No se disuelven en agua, aunque sí en grasas, por lo que se acumulan en las grasas de animales y personas expuestas.
- Su facilidad para volatilizarse hace que se dispersen rápidamente al medio ambiente.
Se ha demostrado que los PCB ocasionan una gran diversidad de efectos muy graves sobre la salud humana. Se caracterizan como probables cancerígenos para las personas. Además, dañan al sistema inmunológico, a la reproducción, al desarrollo, al sistema neurológico y al hígado.
Los PCB son disruptores endocrinos y afectan al mecanismo de actuación de las hormonas tiroideas, estrógenos y andrógenos y, por tanto, al sistema reproductivo. Los PCB se transfieren a los hijos a través de la placenta y de la leche materna, ocasionando daños a la descendencia.
Es por su elevada toxicidad que no entendemos como es que el Principado permite a la empresa funcionar con una importante precariedad como hemos denunciado en reiteradas ocasiones, una empresa que importa residuos de diferentes lugares del mundo con el consiguiente impacto tanto en su tratamiento como en el transporte de esto a lo lardo de miles de kilómetros.
Hay que recordar que es una instalación que hemos denunciado por diversas irregularidades tanto en el tema del aire, de agua, del suelo como de la gestión de sus residuos, incumpliendo las condiciones del programa de vigilancia ambiental recogido en la resolución de AAI publicada en el Bopa del pasado 16/08/2008, lo que a nuestro juicio supone una clara dejación por parte del Principado de Asturias en cuanto a que se incumplía la obligación de adoptar medidas necesarias para subsanar las causas que habían motivado nuestras denuncias.
-Foto Coordinadora Ecoloxista d'Asturies-
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