Con los datos oficiales que facilita la Consejería de Infraestructuras de la campaña de medición del año 2018 (de enero a octubre) se ve que hay un verdadero problema con las partículas sedimentables (PS) en los lugares donde se han puesto captadores de partículas en la comarca, eso que el año pasado hubo muchas precipitaciones.
Las PS no permanecen mucho tiempo en atmósfera y se depositan, por lo general, cerca de los focos de emisión por su peso, pero es cierto que a veces el viento y las corrientes las aleja de los emisores.
Las PS suponen un riesgo menor para la salud que las partículas más pequeñas las Pm2,5 y las Pm10, pero aunque sean más grandes que las 2,5 y 10, también tienen efectos negativos sobre el medio ambiente y la salud. En los cuatro emplazamientos controlados en la comarca, superaron la referencia de los 300 mg/m2×día que era el valor que se derogo.
- En Salinas se superó esta media los meses de febrero, junio, septiembre, octubre con un pico mensual de 432. Eso que la estación está escondida en el patio del colegio Manuel Álvarez.
- En el poblado de San Juan en Castrillón se superó esta media los meses de febrero, abril, junio, septiembre y octubre con un pico mensual de 874. Eso que la estación estaba completamente escondida.
- En el polígono de las Arobias en Avilés se superó esta media los meses de marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto septiembre y octubre con un pico mensual de 726.
- En Laviana en Gozón se superó esta media sólo el mes de junio con un pico mensual de 340.
Las PS dañan la superficie y reducen la capacidad de fotosíntesis de las plantas, incorporan mediante la fracción soluble metales pesados biodisponibles; contaminan el agua, y a los organismos vivos. Existe un riesgo indirecto para las personas al entrar en la cadena alimentaria los metales pesados que contienen, que son persistentes y por lo tanto, acumulativos.
Las PS no solo afectan a la salud, también a la estética, por la suciedad que producen y a un mayor coste en limpieza; causan daños sobre los exteriores de los edificios, oxidación y abrasión de los metales, ensuciamiento de torres de refrigeración, sistemas de admisión de aire exterior, placas solares y en definitiva, afectan a la calidad de vida de quienes las sufren.
Algunas comunidades autónomas, ante el vacío legislativo que provocó la derogación del valor de referencia de 300 mg/m2×día, mediante del Real Decreto 1073/2002, de 18 de octubre, han optado por legislar y establecer límites a las PS. No es el caso de Asturias a pesar del grave problema que hay en muchos lugares con estos contaminantes.
En Asturias no vemos ningún impedimento para que se incluya la regulación de las PS, porque hasta ahora solo se preocupan de medir la cantidad en determinadas zonas que vienen marcando valores importantes y fuera del rango de los 300 mg/m2.
Los datos que facilitan de los captadores detectan un serio problema en el entorno donde viven miles de vecinos que tienen derecho a respirar un aire no contaminado.
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