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todo ello según los datos de las estaciones de control de la contaminación que facilita el Gobierno del Principado de Asturias en su web, de acuerdo a su obligación de comunicación diaria de contaminación atmosférica y calidad del aire de la Directiva 2008/50/CE y el R.D 102/2011. Cosa que no hace con las estaciones privadas que de forma intencionada porque el Principado no facilita datos en continuo porque son peores que las públicas, en su política de esconder los datos reales.
- La estación del polígono de las Arobias en Avilés llego este martes a un pico de 236 µg/m3 en S02 a las 18 horas.
La O.M.S. recomienda no superar una media de 20 µg/m3 de SO2 en 24 horas, la tolerante normativa española permite una media de 125 µg/m3 en S02 de media diaria de acuerdo al RD 102/2011.
- A la misma hora que se disparó el azufre también se disparaba el benceno en la estación de Llaranes y eso que está a contraviento, llegando a un pico de 10 µg/m3 en Ben a las 18 horas.
Hay que recordar que el valor de referencia anual en las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el benceno esta 1,7 µg/m3 de media anual, la tolerante normativa española está en 5 µg/m3 de media anual para este peligroso contaminante.
Hay que recordar que la estación de las Arobias viene presentado los peores valores de azufre en los últimos años de toda Asturias, sin que el Principado haya tomado medidas para reducir dicho contaminante, ni el Ayuntamiento de Avilés que está desaparecido en el tema de la contaminación les haya exigido nada a las contaminantes empresas del entorno. El pasado lunes los trabajadores de la ITV de Avilés tuvieron que abandonar parte de las instalaciones temporalmente por el fuerte ácido que les dificultaba respirar, en el mismo momento que enfrente el Vice Consejero de Infraestructuras decía lo mucho que mejoro la contaminación.
Los efectos derivados de la exposición al dióxido de azufre varían según su concentración y duración. Afecta sobre todo a las mucosidades y los pulmones, provocando ataques de tos. Si bien éste es absorbido principalmente por el sistema nasal, debido a su elevada solubilidad, la exposición a elevadas concentraciones durante cortos períodos de tiempo (exposición aguda) puede causar irritación del tracto respiratorio, bronquitis y congestión de los conductos bronquiales, especialmente en personas asmáticas. Además, diversos estudios han demostrado que la exposición crónica a este contaminante induce efectos adversos sobre la mortalidad, la morbilidad y la función pulmonar.
Hay que recordar que hay numerosas evidencias científicas que los picos de contaminación agravan las incidencias respiratorias y cardiovasculares de los personas enfermas que se ven sometidas a estos aumentos, están documentado el aumento de la mortalidad coincidiendo con estos picos de contaminación.
Fuente: Colectivo Ecologista de Avilés
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