Mucho nos preocupa la selva del Amazonas o las del centro de África o las de Indonesia; pero poco dice de nuestro esfuerzo y en especial de los discursitos ambientales de nuestros gobernantes, cuando somos incapaces de salvaguardar el último bosque de ribera de Avilés. Este último resto del bosque de ribera de Avilés se ve amenazado y la estatua que recuerda a la última foca que nadó por la ría se encuentra pintada y sin una placa que recuerde la riqueza natural de la ría.
El Colectivo Ecologista de Avilés denuncia que se quiera urbanizar el último bosque de ribera avilesino y recuerda que la vuelta de la nutria a la ría el año pasado, supuso un hito en la mejora ambiental del estuario. Y es precisamente en esa zona del bosque de ribera el único lugar conocido de la ría donde su presencia es ahora continua. Sobre esta zona pesa la amenaza de obra como continuación del paseo de la ría. Por desgracia este tipo de obras significa destruir toda la vida que haya en las orillas, para colocar una escollera e intentar repoblar la zona. Pero como vemos en la foto ya vemos como queda la orilla una vez urbanizada, que desde luego está muy bien como zona de ocio; pero que sin duda se debería intentar conjugar las zonas de ocio con la protección de los escasos espacios naturales que quedan en Avilés.
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