El mismo día de ayer martes en el que el gobierno del Principado de Asturias y ArcelorMittal anunciaban que paraban la planta de sulfato de baterías tras la nube tóxica que afectó al centro de Avilés el lunes, durante toda la tarde del martes se disparó la contaminación por el cancerígeno benceno producido en baterías, tal como quedo recogido en la estación de Llaranes, que subió de 1,26 µg/m3 a un pico de 16,55 µg/m3 (un incremento del 1.300% en 3 horas) en dicha estación urbana que es la única que mide en continuo este contaminante de la comarca porque la que hubo en Llano Ponte la quitaron porque se disparaba.
Hay que recordar que la estación de Llaranes está ubicada contraviento no mide la realidad del problema de este contaminante, la subida es más significativo si tenemos en cuenta que ayer llovía lo que amortigua las mediciones de los contaminantes, lo que da la idea de la contaminación que había en el entorno de las obsoletas instalaciones, esto demuestra que nos están tomando el pelo a todos los vecinos la empresa y los que tienen obligación de vigilar.
Hay que recordar que el valor de referencia anual en las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el benceno esta 1,7 µg/m3 de media anual, la tolerante normativa española está en 5 µg/m3 de media anual para este peligroso contaminante.
Los datos que facilitamos son los que facilita el Gobierno de Asturias en su web, de acuerdo a su obligación de comunicación diaria de contaminación atmosférica y calidad del aire de la Directiva 2008/50/CE y el R.D 102/2011, cosa que no hace con las estaciones privadas que de forma intencionada ya que el Principado no facilita los datos en continuo de las estaciones privadas monitorizadas porque suelen ser peores datos que las de las públicas y eso que están escondidas.
Hay que recordar que en el año 2016 las baterías de Avilés contaminaron un 36% de benceno más que el pasado año, el Principado por dejación y el Ayuntamiento por omisión les deja seguir contaminando si control todavía mucho mas, el tiempo que quieran y como quieran así nos va, un día y otro también les pasa algo.
Esperemos que ahora no nos diga el Principado o el Ayuntamiento de Avilés que el benceno no es toxico, porque si se atrevieron a decir que el trióxido de azufre de la nube del lunes es inocua, ya son capaces de todo.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha determinado que el benceno es un carcinógeno para los humanos, y puede causar varias formas de cáncer debido a una exposición prolongada. De acuerdo con la IARC, el benceno es con frecuencia considerado como la "madre de todos los carcinógenos," dado que un gran número de carcinógenos tienen estructuras que incluyen anillos de benceno. Diversos estudios de personas expuestas a altos niveles de benceno muestran su asociación con el cáncer de la sangre (leucemia); incluyendo leucemia aguda mielógena, leucemia aguda linfocítica, y leucemia crónica mielógena. Leucemias relacionadas con el benceno se han reportado como enfermedades que se desarrollan en un tiempo tan breve como nueve meses, y puede permanecer latente tanto tiempo como 25 años después de la exposición inicial.
La exposición a una pequeña cantidad de benceno puede causar desórdenes temporales del sistema nervioso, depresión del sistema inmunológico y anemia. Una breve exposición afecta inclusive la piel, ojos e irritación del tracto respiratorio, dolor de cabeza, irritación del estómago, somnolencia y mareo. Los altos niveles a la exposición pueden dar como resultado la aceleración de los latidos del corazón, hemorragias excesivas, temblores, vómitos, pérdida de la consciencia y muerte. El benceno puede causar efectos dañinos en la médula de los huesos, y puede causar un decremento en las células rojas de la sangre conduciendo a la mielofibrosis y el síndrome mielodisplástico.
Fuente: Nota del Colectivo Ecologista de Avilés
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