En Gijón no levantan cabeza con la contaminación, cuando no es un contaminante es otro, ayer y hoy se alcanzan valores de alarma en la zona de la Arena con el ozono troposférico que fueron con diferencia los más altos de la región, según los datos que facilita el Principado de las estaciones publicas porque la red privada a pesar de estar monitorizada no da datos en continuo porque son datos peores que los públicos.
Se alcanzaron importantes picos en varias estaciones destacando los valores alcanzados en la estación ubicada en el Parque Isabel la Católica que llego a tener picos de 183 ug/m3 de O3 y una media de las últimas 8 horas de 135 ug/m3.
El umbral de protección a la salud humana está en 120 ug/m3 de media octohoraria de acuerdo al RD 102/2011 y la OMS lo rebaja a 100 ug/m3.
El ozono troposférico aumenta en mayores cantidades, provocado por medios artificiales, se convierte en un contaminante tóxico. A diferencia de otros contaminantes que son emitidos directamente por sus fuentes, el ozono surge a partir de otros productos, principalmente óxidos de nitrógeno e hidrocarburos, en presencia de abundante luz solar, por lo que se le define como contaminante secundario.
El ozono penetra por las vías respiratorias y debido a sus propiedades altamente oxidantes provoca la irritación de las mucosas y los tejidos pulmonares, lo que lleva a una irritación de ojos, tos, dolores de cabeza y pecho, etc. Los grupos de riesgo sobre los que un aumento en la concentración de ozono en el ambiente podría resultar más peligroso son personas con afecciones respiratorias, adultos que realizan actividad física en el exterior, niños y personas que, por causas aún desconocidas, experimentan una mayor sensibilidad al ozono. Además, el ozono en grandes cantidades también es perjudicial para el resto de los seres vivos, puesto que afecta a las paredes celulares, disminuye la actividad fotosintética y perjudica el crecimiento de las plantas, provocando una disminución de la vegetación natural y de la producción agrícola.
Las personas que más riesgo corren son aquellas con alguna enfermedad pulmonar, entre las que se encuentran los asmáticos (enfermedad muy extendida en primavera debido a las reacciones alérgicas). En general, afecta principalmente a aquellas personas que realizan ejercicio físico al aire libre. Debido a que, como ya se ha dicho, las reacciones que producen el ozono se activan por la acción de la luz solar, las horas en que la concentración de ozono en el aire es más alta son aquellas que van desde el medio día hasta el anochecer.
Por todo ello y ante el agravamiento que se puede producir este año cuando lleguen las altas temperaturas es preciso que el Ayuntamiento de Gijón asumiendo sus competencias tome medidas para que se pueda disminuir este contaminante cuyos valores con tiempo seco puede aumentar de forma notable.
Fuente: Nota de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
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