Desde la Coordinadora Ecoloxista y a pesar de las buenas palabras del Principado Asturias acabó enero con un nuevo récord de contaminación en Oviedo.
Durante todo el mes hemos tenido valores de alarma por contaminación de benceno en la estación de Trubia, llegando a una media mensual en enero de de 17,2 µg/m3; la peor media en los meses que lleva el medidor puesto, de acuerdo a los valores que son los facilitados por las estaciones en continuo, que facilita el Gobierno de Asturias en su web, de acuerdo a su obligación de comunicación diaria de la contaminación atmosférica y calidad del aire, según marca la Directiva 2008/50/CE y el R.D 102/2011. Cosa que no hace con las estaciones privadas que de forma intencionada el Principado no facilita datos en continuo porque son peores que las públicas.
Febrero ya empieza mal porque hoy mismo ya se llego a un pico de 61 µg/m3, lo que la idea de la gravedad la situación que exige sin demora soluciones inmediatas para paliar el problema de salud que hay en la zona. Hay días de enero que superaron de media diaria 36 µg/m3 valores espectaculares agravados con la falta de lluvias.
Hay que recordar que el valor que la media en el tiempo que lleva la estación puesto es de 8,5 µg/m3, que multiplica los niveles recomendados de referencia anual en las guías de la Organización Mundial de la Salud esta 1,7 µg/m3 de media anual para el benceno, la tolerante normativa española está en 5 µg/m3 de media anual.
Por supuesto en Oviedo se superan muchísimos días los limites generosos que impuso el Principado para Avilés en el benceno, que son un generoso limite mensual de 8 µg/m3 (aquí enero se duplico y otros meses se supero) y un generoso limite horario de 33 µg/m3 (aquí se supero la mayoría de los días).
Hay que recordar que la estación de Trubia en Oviedo, presenta los peores datos de contaminación de benceno de toda España desde que la estación lleva puesta (1 de julio), antes la estación estaba escondida en el Villar y casualmente no tenía medidor de benceno. Contaminación que se detecta a varios Kilómetros de distancia, contaminación que llevan sufriendo los vecinos de Oviedo y los concejos limítrofes desde hace décadas, sin que el Principado haya tomado medida alguna a pesar de saberlo, solo la escondió para que no se supiera lo que estaba sucediendo.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha determinado que el benceno es un carcinógeno para los humanos, y puede causar varias formas de cáncer debido a una exposición prolongada. De acuerdo con la IARC, el benceno es con frecuencia considerado como la "madre de todos los carcinógenos," dado que un gran número de carcinógenos tienen estructuras que incluyen anillos de benceno. Diversos estudios de personas expuestas a altos niveles de benceno muestran su asociación con el cáncer de la sangre (leucemia); incluyendo leucemia aguda mielógena, leucemia aguda linfocítica, y leucemia crónica mielógena. Leucemias relacionadas con el benceno se han reportado como enfermedades que se desarrollan en un tiempo tan breve como nueve meses, y puede permanecer latente tanto tiempo como 25 años después de la exposición inicial.
Está claro que el Gobierno de Asturias tiene que asumir sus responsabilidades y trabajar para que se reduzca estos niveles elevados de contaminantes que lleva años ocultando por el impacto que supone para sus vecinos y desarrollar sin demora un plan de mejora de calidad del aire para Oviedo como les exige la actual normativa ambiental, para aquellas localidades que superan los umbrales legales de al menos un contaminante.
Fuente: Nota de prensa de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
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