Ayer a pesar de las lluvia y de los anuncios del Principado y las empresas, ayer siguió en alarma la contaminación de benceno en Oviedo llegando ayer un pico de 48 µg/m3 y una media las últimas 24 horas de 16 µg/m3 de Ben, de acuerdo a los valores son los facilitados por las estaciones en continuo, que facilita el Gobierno de Asturias en su web de acuerdo a su obligación de comunicación diaria de contaminación atmosférica y calidad del aire de la Directiva 2008/50/CE y el R.D 102/2011, cosa que no hace con las estaciones privadas que de forma intencionada el Principado no facilita datos en continuo porque son peores que las públicas.
Hay que recordar que el valor de referencia anual en las guías de la Organización Mundial de la Salud esta 1,7 µg/m3 de media anual para el benceno, la tolerante normativa española está en 5 µg/m3 de media anual.
Hay que recordar que la estación de Trubia en Oviedo, presenta los peores datos de contaminación de benceno de toda España desde que la estación lleva puesta (1 de julio), antes la estación estaba escondida en el Villar y casualmente no tenía medidor de benceno. Contaminación que se detecta a varios Kilómetros de distancia, contaminación que llevan sufriendo los vecinos de Oviedo y los concejos limítrofes desde hace décadas, sin que el Principado haya tomado medida alguna a pesar de saberlo, solo la escondió para que no se supiera lo que estaba sucediendo.
No deja de ser importante que a pesar de saber de la contaminación, permitiera a las dos empresas supuestamente responsables funcionar en precario, no ha sido hasta que lo hemos denunciado reiteradas veces, cuando anuncian medidas para paliar el problema, medidas que deberían estar implementadas desde el año 2008 que les dio la autorización ambiental integrada por parte del Principado.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha determinado que el benceno es un carcinógeno para los humanos, y puede causar varias formas de cáncer debido a una exposición prolongada. De acuerdo con la IARC, el benceno es con frecuencia considerado como la "madre de todos los carcinógenos," dado que un gran número de carcinógenos tienen estructuras que incluyen anillos de benceno. Diversos estudios de personas expuestas a altos niveles de benceno muestran su asociación con el cáncer de la sangre (leucemia); incluyendo leucemia aguda mielógena, leucemia aguda linfocítica, y leucemia crónica mielógena. Leucemias relacionadas con el benceno se han reportado como enfermedades que se desarrollan en un tiempo tan breve como nueve meses, y puede permanecer latente tanto tiempo como 25 años después de la exposición inicial.
La exposición a una pequeña cantidad de benceno puede causar desórdenes temporales del sistema nervioso, depresión del sistema inmunológico y anemia. Una breve exposición afecta inclusive la piel, ojos e irritación del tracto respiratorio, dolor de cabeza, irritación del estómago, somnolencia y mareo. Los altos niveles a la exposición pueden dar como resultado la aceleración de los latidos del corazón, hemorragias excesivas, temblores, vómitos, pérdida de la consciencia y muerte. El benceno puede causar efectos dañinos en la médula de los huesos, y puede causar un decremento en las células rojas de la sangre conduciendo a la mielofibrosis y el síndrome mielodisplástico.
Está claro que el Gobierno de Asturias tiene que asumir sus responsabilidades y trabajar para que se reduzca estos niveles elevados de contaminantes que lleva años ocultando por el impacto que supone para sus vecinos y desarrollar sin demora un plan de mejora de calidad del aire para Oviedo como les exige la actual normativa ambiental, para aquellas localidades que superan los umbrales legales de al menos un contaminante.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
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