Mañana viernes, 3 de mayo a las 11:00, tendremos la manifestación de la Marea Negra, en Oviedo. Esta vez será una marea con el lema “Seguimos dando la lata” y buscaremos hacer mucho ruido, con toda clase de instrumentos: latas, cacerolas, castañuelas, pitos…etc. Con nuestra pretensión de no cejar en el empeño de defender nuestros derechos ciudadanos y reivindicar la existencia y el fomento de los Servicios Públicos a la ciudadanía. Pretendemos ser una representación de la ciudadanía que contrapone, frente a las continuas agresiones, el deseo de una sociedad mejor que atesore conquistas irrenunciables, de una educación mejor, una justicia mejor… una democracia mejor. Frente a una política desquiciada generadora de pobreza, desigualdad e injusta, donde los recortes y las pérdidas son progresivas, como está sucediendo. Porque esta política no nos vale y siempre nos tendrán en contra de proseguir por ese camino... ¡¡¡vamos a seguir dando la lata!
El recorrido de la Marea Negra será el habitual, partirá de las inmediaciones del EASMU, el edificio principal de la Administración del Principado de Asturias, a las 11:00. De ahí pasaremos por la Delegación de Gobierno, en la plaza de España, para llegar a la Junta General del Principado de Asturias y Presidencia del Gobierno. En la Junta General del Principado de Asturias se leerá el manifiesto que adjuntamos:
Nota de la Asamblea General de Trabajador@s Públic@s de Asturias
Manifiesto SEGUIMOS DANDO LA LATA
El panorama se oscurece, los gobiernos levantan cortinas de humo para tapar su inutilidad o sus fechorías y por debajo de esas nubes queda una realidad sombría.
Si nos dejamos hipnotizar por sus letanías creeremos que en otra vida todo será mejor. Pero debemos negarnos a esa fe, porque la vida que queremos vivir es la de ahora, porque lo que tocamos es lo real, y lo real son más de seis millones de parados y un tejido social que se despedaza, no el mundo que ellos proponen. Ya sabemos quiénes son sus amigos, sus amos, a qué catecismo obedecen.
Nosotros ya no les podemos creer. Quizás nuestras fuerzas son muy pequeñas, pero no vamos a dejarnos convencer, ganarán, es posible, pero nunca van a contar con nuestra sumisión. A cada mentira, a cada acto, a cada injusticia estamos obligados a levantar al menos la voz.
Los empleados públicos defendemos ciertos derechos laborales, pero además somos ciudadanos que exigimos una sociedad mejor, mejor cada día, que atesore conquistas irrenunciables; una educación mejor,una justicia mejor, una democracia mejor... los centinelas de todo ello debemos ser nosotros, los ciudadanos y nos negamos a opinar sólo cada cuatro años en las urnas que ellos proponen. Así no vale.
Vamos a seguir hablando, pensando, ya no aceptamos las reglas del juego porque sabemos que hacen trampas. Ellos quieren que seamos gente como Dios manda, es decir; sumisos y obedientes, una balsa de aceite, que es lo que necesitan para mantener y organizar sus privilegios.
Toda la historia tiene tiempos de ruptura. Las sociedades, no los dirigentes, remueven la calle, levantan la voz y abren la caja cerrada en la que pretenden contenerlas. Ahora nos toca a nosotros; poreso, como sea, donde sea, cuando sea; ¡¡¡VAMOS A SEGUIR DANDO LA LATA!!!
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