Las obras están arrasando las orillas del río Esquiro -Foto Asturias Verde-
La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies ha denunciado ante el Ministerio de Medio Ambiente las obras de canalización del río Esqueiro en Soto de Luiña en el termino municipal de Cudillero que se están realizando por parte de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico desde el pasado verano sin el perceptivo tramite ambiental a pesar de afectar a zonas protegidas y ecosistemas de alto valor natural.
Están haciendo un importante afección a una zona húmeda con pistas hechas con terraplenes de 3 metros de altura 5 metros de ancho, los cuales han cambiado totalmente las condiciones naturales de desagüe de la zona haciendo inoperativa parte de la obra efectuada (la ampliación del puente de Soto mediante la construcción de un gran aliviadero) que sin embargo no da suficiente salida a las aguas, por debajo del mismo al haberse construido los terraplenes perpendiculares a dicha salida natural, realizando un cuello de botella mediante unos pequeños tubos de drenaje en dichos terraplenes.
En esta zona que hasta ahora era inundable, está proyectada una gran urbanización, la cual se vería claramente favorecida en caso de cambiar dichas condiciones de inundabilidad por otras menos restrictivas medioambientalmente, hay que recordar que hay que cumplir ya la Directiva Europea de Gestión y Prevención de los Riesgos de Inundación, publicada el pasado 6 de noviembre de 2007 que pretende reducir y gestionar mejor los riesgos que las inundaciones causan a las personas, las propiedades y el medio ambiente, por lo que no se debe autorizar la construcción en zonas inundables.
Pese a que la actuación es parte de las obras denominadas “proyecto de restauración medioambiental y recuperación de enclaves naturales del río Esqueiro” y ésta ha iniciado su tramitación ambiental, que debiera estar finalizada antes del comienzo de las obras, el hecho es que al menos parte de dichas obras proyectadas ya han sido iniciadas y realizadas, siguiendo una política de hechos consumados de la cual no debiera de ser nunca partícipe un organismo como la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, organismo que debiera velar por evitar precisamente estas actuaciones.
Las sendas proyectadas están sobredimensionadas en cuanto a su longitud y anchura. Sobran tramos de senda, y 4 metros de ancho es mucho para el uso que van a tener. Sendas más estrechas (unos 2 metros) afectarían menos a los hábitats afectados y se integrarían mejor en el medio.
Los desbroces afectan a las alisedas ribereñas que es un ecosistema protegido en la normativa europea y en gran medida a las especies allí presentes.
Afectaría a numerosas especies algunas singulares y protegidas; el mirlo acuático, el martín pescador, la cerceta común, el ánade real, la nutria, la rana verde, salamandra rabilarga, madreperla de río, etc.
Se considera que el proyecto tiene unas dimensiones excesivas, ya que para evitar las inundaciones en la zona no hace falta hacer actuaciones aguas abajo del Colegio Público de Soto de Luiña. La red de sendas prevista por la margen izquierda del río debiera de sustituirse por la recuperación de los caminos ya existentes desde Soto de Luiña hasta San Pedro por la margen derecha, lo cual además de evitar graves afecciones medioambientales reduciría en gran parte el coste final del proyecto en estos tiempos en que la administración predica austeridad presupuestaria, consiguiendo los mismos fines.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
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